jueves, 25 de abril de 2013

El botellon

El botellon

Esta actividad se realiza, entre otros, en lugares públicos como parques o zonas abiertas de la vía pública. Generalmente esta practica suele discurrir como verdaderas concentraciones de coches tuning donde los jóvenes disfrutan de sus máquinas mientras están con los amigos. En algunas ciudades, donde el botellón se ha centralizado en algún punto en concreto, se llegan a reunir miles de personas cada fin de semana, pasando estos lugares a ser comúnmente llamados botellódromos por los medios de comunicación. En otras, caso de Madrid, la persecución ha llevado a realizar botellones en el metro, lo que lo convierte en botellones itinerantes.
 
Para abaratar el coste de la bebida se consume el alcohol en botellas y tetra brik de aproximadamente un litro de capacidad, con hielo y vasos de plástico antes de dirigirse a pubs, discotecas o conciertos, donde el precio de las bebidas locales suele ser considerablemente más caro. Muchos jóvenes optan por la práctica del botellón para evitar el consumo del llamado garrafón, o alcohol adulterado. Se practica principalmente en España, sin apenas distinción alguna por regiones, aunque, dado que es una actividad realizada al aire libre, las condiciones meteorológicas son cruciales para la misma. También existe la tendencia entre los abstemios a acudir a estos lugares por la concentración de gente y con el fin de consumir refrescos, zumos y otras bebidas no alcohólicas en lo que ellos mismos han venido a denominar botellón light o botellón sin.
 
En el norte del país existe una práctica que consiste en mezclar bebidas en botellas vacías de refrescos y de agua, obteniendo sobre todo calimocho, también conocido como kalimotxo. En este caso no se utilizarían vasos ni hielo, ya que cada persona tendría su propia botella, generalmente de dos litros de capacidad, con la mezcla hecha, de la cual bebería directamente. Esta costumbre es conocida como hacer litros, litrar, echar los litros.

Ley antibotellon 2002
Debido a los problemas sociales que generaba este tipo de actividades, el Ministro del Interior de España (de quién dependía entonces el Plan Nacional sobre Drogas) propuso en febrero de 2002 la conocida como ley antibotellón, que prohibía el consumo en la calle, regulaba horarios de venta y promoción del alcohol. Ante las resistencias y críticas planteadas, esta ley no se aprobó, y tras la siguiente remodelación ministerial el gobierno socialista abandonó discretamente el proyecto. Sin embargo, diversas Comunidades Autónomas aprobaron por entonces regulaciones que iban en la misma dirección, especialmente en lo referido a limitar los horarios de venta de bebidas alcohólicas en comercios y el consumo de bebida alcohólicas en la calle, como medida principal, con multas de 300 euros en Madrid, la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Canarias, Comunidad Valenciana y el País Vasco
Desde una filosofía distinta (sintetizada en el lema 'que beban y se emborrachen pero que no molesten') otras Comunidades Autónomas han puesto en marcha estrategias centradas en limitar las molestias a los vecinos en vez de en reducir el consumo. Así, en el caso de Extremadura se aprobó una 'Ley de Convivencia y Ocio" (2003), que no persigue el botellón sino que regula dónde puede y dónde no puede hacerse para evitar conflictos, aunque persigue duramente la venta de alcohol a menores o su consumo y se acompaña además de un programa de construcción de Espacios de Creación Joven como una alternativa de ocio nocturno no basado en el consumo desmesurado de alcohol, sin embargo dichos centros no se han construido o han tenido poco éxito y el control para que los menores de edad no consuman alcohol no es operativo. Este mismo modelo ha sido seguido por otros gobiernos locales o autonómicos como la ciudad de Salamanca o Andalucía, donde la Ley 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios (conocida como ley Antibotellón) otorga facultades a los ayuntamientos para el control y la penalización del fenómeno, y autoriza la creación de espacios específicos, conocidos como botellódromos, siendo Córdoba la primera ciudad en instalarlo, a mediados de 2005. En estas zonas se pretende evitar molestias a los vecinos, compatibilizando presuntamente el consumo masivo de alcohol con el descanso. Estas zonas ofrecen elementos de higiene y seguridad no presentes en plazas y parques como urinarios públicos, suficientes contenedores de basura, o vigilancia con respecto a quién compra alcohol (a fin de evitar que los menores tengan acceso al mismo). Sin embargo, en muchas ocasiones, su uso en la práctica es escaso, por encontrarse estos botellódromos en las afueras de la localidad, con mal acceso a pie.
La Comunidad Valenciana es la más estricta que prohibe el consumo de cualquier tipo de bebida (incluyendo las no alcohólicas) en las calles a menos que sea en terrazas o lugares habilitados para dicha función pudiendo sancionar con multas de hasta 300 euros.




El botellon no tiene porque ser un problema siempre y cuando se haga con precaucion y respeto, todos los jovenes de hoy en dia practicamente todos los fines de semana hacen botellon en la calle, y es algo que por mucha ley antibotellon que inventen no nos van a parar, yo soy una de las personas que me gusta dejar todo limpio cuando acabo, ya que el medio ambiente no tiene la culpa de mis eventos sociales callejeros.

Aqui os dejo un enlace para informaros mejor de como va el tema del botellon, acordaos, es un evento social donde normalmente te lo pasas muy bien siempre y cuando controles y seas responsable contigo mismo y con los demas.

http://www.publico.es/agencias/efe/10471/el-38-de-los-menores-practica-botellon-y-la-mitad-de-ellos-con-bebidas-de-alta-graduacion-alcoholica

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